
En el año 630 todo parecía ir bien para Bizancio. Persia acababa de devolverle Siria, Palestina y Egipto, y cuatro años antes los ávaros habían sido derrotados por la flota mientras intentaban tomar Constantinopla.
Pero en el 634 los árabes entran en territorio bizantino. Ese año conquistan Bosra. Al año siguiente entran en Damasco. En 636 derrotan a Heraclio en Yarmuk. En el 638 entran en Jerusalén. Luego entran en Egipto. Alejandría cae en el 642.
Tras el breve reinado de Heraclonas llega al poder Constante II, en cuyo reinado los árabes terminan de ocupar Armenia y Egipto y crean una flota que ocupó Chipre y derrotó al mismo basileus Constante II.
Este trasladó la corte a Italia. Murio en el 668. Le sucedió Constantino IV.

Ciudad de Bosra
Durante su reinado se produjo el sitio de Constantinopla (674-678). La ciudad fue salvada gracias al fuego griego. Contuvo las invasiones árabes, pero los búlgaros se asentaron en el Imperio. Su sucesor, Justiniano II, luchó contra los eslavos y deportó a un gran número de ellos a Asia Menor. Durante el reinado de este el imperio terminó de perder el norte de África. Cartago cayó el 698. Tras los breves reinados de Filípico, Anastasio II y Teodosio III, llegó al poder León III Isáurico. En el primer año de su reinado los árabes comenzaron un sitio de Constantinopla, que duraría un año. La ciudad se salvó de nuevo gracias al fuego griego. La flota árabe, dañada durante el sitio, fue destruida por las tormentas. Sólo regresarían cuatro barcos a Alejandría.
En el 727 León III aprobó un decreto por el cual se prohibía el uso de imágenes en las ceremonias religiosas, que causaría una lucha de más de 100 años entre partidarios de las imágenes (icóndulos) y detractores (iconoclastas).
El año anterior los árabes habían comenzado de nuevo a atacar el Imperio. Sus expediciones de saqueo no se detendrían hasta la victoria bizantina de Akroinon (en las montañas de Frigia) del 740.