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Justiniano llegó al poder en el 527, tras la muerte de Justino. En los primeros años de su reinado tuvo el apoyo de los azules (una de las facciones del hipódromo), pero debido a las impopulares subidas de impuestos se desató una revuelta contra este (revuelta del Nika), que fue reprimida de forma sangrienta por el ejército, dirigido por Belisario y por Mundus.
El principal logro de Justiniano fue la reconquista de algunas de las provincias occidentales del Imperio (El
En naranja, el Imperio a la llegada de Justiniano. En verde, sus conquistas.
norte de África, Italia y algunas ciudades del sur de España) llevada a cabo entre el 533 y el 554 por los generales Belisario y Narsés. En el este, tras unas guerras en las que no hubo grandes cambios territoriales pero que devastaron Siria y otras zonas fronterizas, compró la paz con los persas a cambio de un tributo.
Justiniano también ordenó realizar una recopilación de las leyes en vigor en el Imperio.
Este murió en el año 565. Le sucedió Justino II. Durante su reinado los lombardos entraron en Italia y hubo una nueva guerra con Persia, que terminó con la pérdida de algunas ciudades fronterizas (entre ellas Dara). Tuvo que comprar la paz a cambio de un tributo. En el norte compró la retirada de los Ávaros.
Le sucedió Tiberio II. Durante su reinado los lombardos continuaron la invasión de Italia. Consiguió una gran popularidad gracias a las bajadas de impuestos y al fin de las persecuciones contra los monofisitas. También hubo una guerra en el Este. Las tropas, dirigidas por Mauricio (que sería su sucesor), detuvieron el avace persa.
Durante su reinado, Mauricio repelió los ataques de los ávaros. En el este libró una larga guerra contra los persas. Durante varios años el frente se mantuvo estable, hasta que en el 588 estalló una guerra civil en Persia. Mauricio intervino a favor de Cosroes, que le recompensó entregándole Armenia y parte de Mesopotamia, incluidas las importantes ciudades de Dara y Martirópolis.
Fue asesinado en el 602 por Focas. Su reinado fue desastroso. Persas y ávaros invadieron el Imperio y hubo importantes desórdenes internos. Heraclio, hijo del exarca de Cartago, lo derrocó en 610.
Durante los primeros años de su reinado los persas ocuparon Siria, Palestina, Egipto e invadieron Asia Menor hasta el Bósforo. Mientras tanto los ávaros, aliados con los eslavos, llegaron al pie de las murallas de Constantinopla. En el 622 Heraclio dejó la capital en manos del patriarca Sergio y del patricio Bonus y desembarcó en Asia Menor. Tras dos años de campañas regresó a Constantinopla. Poco mas tarde el ejército bizantino cruzó el Mar Negro y desembarcó en Armenia para atacar directamente Persia. Mientras tanto, en el 626, la flota destruyó a los ejércitos ávaros que sitiaban la capital. En el 627 Heraclio derrotó a los ejercitos persas en las cercanías de Nínive, y en el 628 llegó al palacio del rey persa Cosroes II. El sucesor de Cosroes le devolvió a Bizancio Siria, Mesopotamia, Armenia, Asia Menor, Palestina y Egipto.
Heraclio regresó triunfalmente a Constantinopla y la Santa Cruz fue devuelta a Jerusalén. Ademas este adquirió el titulo de basileus (Gran Rey).
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